El amor estaba sujeto a cambios climáticos y yo pensé que podía avisarte antes de tiempo.
El problema fue
que se corrieron de lugar las estufas y se incendiaron los bosques de un verde tan pero tan profundo
como el océano y su transparencia.
Ahora hay que saber jugar las fichitas que guardamos.
No es momento de abandonar la partida
y mucho menos, guardarse una por si acaso.